(00:07) Muy buenos días. Hoy vamos a hablar de la autoimagen durante el proceso oncológico. La autoimagen constituye un componente esencial de la identidad personal y se ve profundamente influida por los cambios físicos, emocionales y sociales que compenan al diagnóstico y tratamiento del cáncer. E esta presentación tiene como objetivo explorar cómo las alteraciones corporales impactan en la percepción que las personas tienen de sí mismas durante el proceso oncológico, así como sus implicaciones en el bienestar psicológico, las relaciones
(00:44) interpersonales y la calidad de vida. Es importante señalar que esta presentación ofrece una visión general sobre la autoimagen en el proceso oncológico. Si bien se basa en la evidencia científica disponible y en la experiencia, no pretende representar toda la vivencia de todo el conjunto de pacientes.
(01:07) Cada persona transita el cáncer de manera única y las reacciones ante los cambios corporales y emocionales varían ampliamente. Cuando hablamos de autoimagen nos referimos a algo que va mucho más allá de lo que se refleja en el espejo. es una percepción íntima, subjetiva, que integra no solo cómo nos vemos, sino cómo nos sentimos dentro de nuestro cuerpo y cómo nos identificamos con él.
(01:40) En el contexto oncológico, esta autoimagen puede verse seriamente afectada. Cambios físicos como la pérdida de peso, la palidez, la caída del cabello o la presencia de cicatrices no son solo transformaciones visibles, pueden convertirse en recordatorios constantes y dolorosos de la enfermedad. Estos cambios impactan directamente en la identidad personal y emocional de cada paciente.
(02:09) Por eso que es fundamental comprender que no se trata únicamente de acompañar un proceso físico, sino eh también un proceso psicológico de de ajuste, duelo y en ocasiones eh la reconstrucción de la propia imagen. Uno de los objetivos fundamentales no es que la persona vuelva a ser la de antes, porque en muchos casos eso no es posible ni física ni emocionalmente.
(02:37) La propuesta no es forzar una vuelta atrás, sino acompañar en la construcción de una nueva forma de estar en el mundo, de habitar el propio cuerpo y de reconocerse en medio del cambio. Eh, y aquí surge una pregunta clave que hace se trabaja, ¿no? Y y si este nuevo yo no fuera necesariamente peor, ¿no? Sino solo diferente, plantear esta posibilidad abre espacio a la aceptación, a la integración de la experiencia vivida y al reconocimiento de que es posible recuperar una sensación de bienestar, aunque el cuerpo
(03:13) no sea el mismo y eso en muchos casos eh puede resultar profundamente liberado. En esta segunda parte nos adentraremos en los cambios específicos que ocurren en la en la autoimagen durante el proceso oncológico. En la población general y respecto a a la autoestima, es importante entender que nuestra evaluación personal está estrictamente vinculada a nuestra apariencia.
(03:39) Eh, todos tenemos pensamientos y emociones asociadas a nuestro cuerpo que no son estáticos, sino que cambian constantemente. De hecho, la forma en que nos percibimos puede variar de un día a otro dependiendo de cómo nos sentimos física o emocionalmente. Esta percepción fluctuante es algo común y tiene un impacto directo en nuestra autoestima.
(04:02) Cuando trabamos un proceso como el oncológico, esos cambios en la imagen corporal puede afectar profundamente cómo nos valoramos lo que influye directamente nuestra relación con nosotros mismos, pero también con los demás. Y antes de abordar cómo los cambios físicos afectan a la autoimagen durante el proceso oncológico, es fundamental conocer el historial previo de satisfacción o insatisfacción corporal, porque cada persona llega a este momento con una relación diferente con su cuerpo.
(04:37) Esta historia personal será clave para entender cómo se afrontan los cambios durante la enfermedad. Además, vivimos en una sociedad que que impone estándares estéticos a veces muy elevados, lo que crea una presión constante sobre la apariencia física. Estos estándares culturales pueden agravar la percepción negativa de los cambios en el cuerpo, especialmente en un contexto tan vulnerable como lo oncológico.
(05:06) El apoyo familiar en las redes sociales eh juega un papel crucial. El entorno cercano puede ser una fuente de apoyo emocional o en algunos casos de estrés adicional. Eh, las redes sociales también pueden influir especialmente cuando las comparaciones y la presión por la imagen son intensas.
(05:26) Tener en cuenta estos aspectos previos es esencial para entender cómo cada persona vivirá su proceso de adaptación y reconstrucción de la autoimargen. La fase de diagnóstico oncológico es, sin lugar a dudas eh un momento de gran impacto y el primer cambio que experimentan las personas no solo físico, sino profundamente emocional.
(05:51) El choque emocional es casi inmediato. Frente a un diagnóstico tan desafiante, las emociones pueden ir de la incredulidad al miedo y con ellas unasensación de pérdida de control sobre el propio cuerpo. De repente empieza a caer el pelo, eh, y no se puede hacer nada para detenerlo. Se tienen dolores y resulta ser parte del tratamiento.
(06:14) la sensación de haga lo que haga, no puedo revertir esta situación. Lo que ocurre en este momento es que se activa el miedo al cambio físico. Las dudas sobre cómo el tratamiento afectará la apariencia, el bienestar o incluso la identidad son muy comunes, ¿no? E sin embargo, lo importante aquí es remarcar que estos miedos no son definitivos, sino parte de un proceso.
(06:41) Y a veces ocurre que el desafío real está en cómo enfrentar el miedo a la mirada ajena. Muchas personas ser vistas de manera diferente, como si su valor dependiera únicamente de su apariencia, apariencia que en determinados momentos puede ser e la relacionada con la vulnerabilidad. Fase de tratamiento.
(07:05) Eh, los aspectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia son inevitables, pero no deben ser vistos únicamente como un obstáculo. Son parte de un proceso a priori de curación que, aunque desafiante puede ser manejado de manera efectiva con el enfoque adecuado. Uno de los efectos más evidentes es la lopecia, la pérdida de cabello, que suele generar una respuesta emocional eh significativa.
(07:31) El cabello no solo es un rasgo físico, sino que también está asociado a la identidad personal y la autoestima. Es fundamental comprender que aunque el cabello se caiga durante el tratamiento, esto no es un reflejo de la persona en su totalidad ni de ni de su valor. Además de la lopecia, otros efectos como la palidez, la sequera cutamia son comunes.
(07:55) Estos cambios físicos e pueden generar una sensación de de fragilidad, no solo a nivel corporal, sino también emocional. Se trata de sentirse débil, de sentirse enfermo. A estos a esto se suman, ¿no? Los efectos eh que aparecen en las uñas y la piel, que también pueden eh tornarse más frágiles, lo que respeamos antes. Determinados tratamientos pueden provocar hinchazón facial, alteraciones del peso corporal, tanto aumento como pérdida significativo.
(08:36) Eh, estos cambios pueden generar una percepción de descontrol sobre el propio cuerpo, que muchas veces resulta difícil de aceptar y manejar emocionalmente. Por otro lado, las cirugías y procedimientos invasivos conllevan también alteraciones visibles, ¿no? son susicatrices, el uso prolongado de dispositivos médicos como los catéteres.
(08:58) Estas marcas corporales pueden funcionar como recordatorios constantes de la enfermedad, influyendo negativamente en la percepción de integridad física. A veces se habla de feminidad, masculinidad o o coatractivo personal. Otro efecto secundario frecuente durante el tratamiento oncológico es la fatiga, entendida no simplemente como cansancio, sino como una sensación persistente y abrumadora de agotamiento físico, cognitivo y emocional que no se alivia con el descanso y que interfiere eh significativamente en las actividades
(09:37) del diario. esta fatiga junto con la pérdida progresiva de masa muscular o fuerza física, que también se conoce como sarcopenia en algunos casos, conduce a una disminución de la movilidad y de la capacidad funcional. Actividades cotidianas como caminar, subir escaleras e el asearse pueden volverse difíciles o imposible sin la ayuda adecuada.
(10:03) E este deterioro en la autonomía repercute directamente la autoimagen y autoestima, ya que muchas personas comienzan a percibirse como frágiles, dependientes, enfermas, ¿no? Incluso cuando los signos visibles de la enfermedad no están presentes. Entonces, si me siento como una persona frágil, actúo desde esa fragilidad, apareciendo incluso lo que se denominan conductas de dolor.
(10:29) no dejo de realizar actividades por considerarlas eh contraproducentes. Eh, remisión, ¿no? Aunque la fase de remisión suele vivirse como una etapa esperanzadora, no está exenta de de desafíos. Las cicatrices derivadas de esas intervenciones quirúrgicas, catéteres, lesiones de la piel, constituyen marcas corporales permanentes.
(10:53) Si bien pueden considerarse signos del proceso oncológico, también pueden percibirse como alteraciones de la integridad corporal. La lopecia total o parcial o los cambios en la textura, color y distribución del cabello siguen siendo uno de los efectos más emocionalmente significativos. A nivel cutáneo, la hiperpigmentación, la sequedad crónica o el eritema son frecuentes.
(11:18) Estos cambios afectan no solo la estética, sino también el confort físico y la forma en que el paciente o la paciente eh se percibe y se presenta ante los demás. En cuanto al plano ocular, ¿no? La sequedad persistente puede requerir el uso continuo de gafas o lágrimas artificiales, suero, lo que suma otra modificación en la autoimagen, especialmente en pacientes que nunca habían necesitado estos cuidados antes de tratamiento.
(11:48) Finalmente la fragilidado, con uñas quebradistas, alteradas, a veces la tendencia a desprenderse puede parecerun detalle menor, pero también impacte la emoción corporal, especialmente en personas que antes cuidaban con esmero, ¿no?, estos estos aspectos estéticos. Y ahora bien, ¿qué e impacto psicológico tienen todos estos carnos, no? Aunque algo ya hemos comentado, resulta fundamental profundizar en cómo las alteraciones físicas derivadas del proceso oncológico pueden afectar significativamente la autoestima, la
(12:26) percepción del cuerpo y en muchos casos generar sentimientos de pérdida de de de identidad, de inseguridad o o aislamiento social. Incluso los cambios físicos no solo afectan a esa apariencia externa, sino que impactan en la vivencia subjectiva del cuerpo, dando lugar a diversas reacciones psicológicas y emocionales.
(12:49) Una de las más frecuentes es la insatisfacción corporal, entendida como una percepción negativa y crítica del propio cuerpo. Esta insatisfacción puede acompañarse de una pérdida de identidad en tanto que el cuerpo cambie de forma repentina y radical. y la persona puede dejar de reconocerse en su imagen corporal.
(13:11) Como consecuencia, puede observarse una disminución de la autoestima y un autoconcepto deteriorado, particularmente en áreas relacionadas con el valor personal. No olvidemos que estos cambios afectan directamente a la esfera de la sexualidad y las relaciones interpersonales, eh, incluyendo las relaciones de pareja. El deseo sexual puede haberse inhibido no solo por factores físicos, dolor, fatiga, cambios hormonales, sino también por el rechazo hacia el propio cuerpo o el temor al juicio del otro.
(13:41) Asimismo, pueden surgir dificultades en la socialización con tendencia al aislamiento por miedo al estigma, al rechazo o la exposición de los cambios corporales. Las emociones asocias son variadas, pero entre las más frecuentes encontramos tristeza, ira, ansiedad, vergüenza y el miedo al rechazo social. Es importante destacar que estas respuestas son esperables y comprensibles ante experiencias corporales tan disruptivas, pero no por ello deben ser normalizadas eh sin intervención.
(14:17) Bien. Y y ¿cómo podemos aprender todo esto que ocurre? ¿Cómo puedo abordar el sentirme mal por mi aspecto físico? Porque no me reconozco, no quiero ver mal el espejo y mi imagen muestra una persona que está enferma. Bueno, estas son solo son unas breves pinteladas de lo que se podría hacer, ¿no? Por ejemplo, ah, nombrar lo que está pasando, hablar sobre cómo te sientes con tu cuerpo es el primer paso.
(14:45) Validar el impacto emocional de los cambios físicos ayuda a reducir la culpa y y el aislamiento. Por ejemplo, e desde que adelgacé tanto o desde que se me cayó el pelo, no me siento la misma. Esta frase dicha en un espacio terapéutico abre camino al trabajo emocional, ¿no? También eh podemos hablar de modificar, ¿no? Ese diálogo interno.
(15:14) Muchas personas se hablan con dureza cuando se miran al espejo. Es importante reconocer esos pensamientos y transformarlos por mensajes más amables y realistas. por ejemplo, cambiar ese estoy horrible por mi cuerpo ha cambiado, pero sigue siendo parte de mi historia y y merece cuidado. También el fomentar el autocuidado visible, pequeños gestos como usar ropa con la que te sientas bien, cuidar la piel o maquillarte si así lo deseas, no son aspectos superficiales, pueden ayudarte a reconectar con tu identidad y recuperas la sensación de control.
(15:50) también el trabajar con el cuerpo desde el respeto. A veces cuesta volver a mirarse al espejo, tocar ciertas zonas del cuerpo. En estos casos, eh, proponemos hacerlo poco a poco sin presión y siempre desde la aceptación y no desde la exigencia, ¿no? Entonces, un ejercicio práctico podría ser mirarse al espejo unos segundos al día, observando con neutralidad y sin juzgar.
(16:15) Eh, en el abordaje terapéutico de las alteraciones en la autoimagen existen distintas líneas de intervención y cada profesional emplea las técnicas que considera adecuadas en cada momento y con cada paciente. Uno de ellos podría ser el enfoque centrado en la aceptación, cómo ocur una terapia de aceptación y compromiso o el uso de técnicas de mindfulness, entre otras muchísimas técnicas y terapias que son eficaces.
(16:45) Estas estrategias eh ayudan a pacientes a tomar contacto con sus pensamientos y emociones difíciles, sin necesidad de evitarlos o luchar contra ellos, favoreciendo una una relación más compasiva y menos rígida con el propio cuerpo. También se emplean estrategias de la terapia cognitivoconductual, en especial la reestructuración cognitiva.
(17:06) El objetivo aquí es identificar y cuestionar pensamientos disfuncionales o distorsionados vinculados a la autoimagen, como por ejemplo ese ya no valgo a través, por ejemplo, del debate pues socrático, el uso de diarios de pensamiento o la la generación de alternativas cognitivas más realistas y funcionales. busca promover como una reinterpretación más saludable y flexible de la experiencia corporal.
(17:37) Además, es esencial trabajar de formaactiva en la reconstrucción del autoconcepto, ayudando a la persona a integrar los cambios físicos dentro de una narrativa personal que no quede reducida únicamente a la enfermedad o al aspecto externo. Este trabajo puede incluir la exploración de fortalezas personales, valores, logros previos y aspectos e identitarios, no corporales, que sigan vigentes y que pueden ser fuente eh de sentido y y de autoestima.
(18:05) A veces ocurre que que la evitación es tan intensa que se torna necesario abordar esta evitación, pero primero se debe conocer toda su historia, conocer esa gestión emocional, eh aportar esas herramientas y cuando sea el momento empezar la exposición gradual al propio cuerpo, que puede aplicarse de manera progresiva mediante el uso del espejo, la observación corporal en casa y la exposición a situaciones sociales que impliquen visibilidad corporal.
(18:38) Esta exposición siempre será eh respetuosa y adaptada al ritmo de cada paciente. También es recomendable el fomento de actividades que promuevan el cuidado y la reconexión corporal. A veces acciones como los masajes terapéuticos, la actividad física adaptada, el estilismo o el uso de maquillaje oncológico no tienen esa única finalidad estética que comentábamos antes, ¿no? Sino que pueden favorecer el vínculo positivo con el propio cuerpo.
(19:08) Es importante remarcar que cualquier actividad o o producto cosmético empleado debe ser comunicado previamente a los profesionales de la oncología o oncomatología o otro profesional de la salud con experiencia en cosmética oncológica, pues muchos de los productos cosméticos pueden estar contraindicados en en población oncológica. En muchos casos es fundamental también ofrecer un acompañamiento emocional en el duelo porque hay una pérdida del del cuerpo previo, ¿no? Validar esta experiencia como un proceso legítimo donde pueden coexistir eh tristeza, eh
(19:44) rabia, eh ambivalencia o desconcierto es clave para que la persona pueda elaborar ese duelo sin culpa ni autoxigencia. Finalmente, es útil facilitar espacios para la expresión emocional, tanto verbal como simbólica. Eh, herramientas como es escritura de cartas, la creación de colash o el trabajo con narrativas personales permiten a cada paciente reconstruir el significado de lo vivido, resignificar su relación con el cuerpo y dar lugar a nuevas formas de identidad.
(20:19) Eh, también existen grupos de apoyo para abordar esta temática en el que se ofrece un espacio seguro de identificación, validación emocional, es contención, ¿no? Donde compartir experiencias similares eh favorece la disminución del del aislamiento y la autoestima y el estigma, perdón. E un aspecto fundamental en el trabajo psicológico con la autoimagen es la exploración de la percepción que el paciente sobre la mirada de los demás.
(20:49) Preguntas como, ¿qué crees que los demás piensen de ti ahora? Nos ayudan a acceder a las creencias que pacientes sostienen sobre el juicio social. Es habitual identificar pensamientos eh disfuncionales relacionados con el rechazo, la pérdida de valor. Por ejemplo, me miran con lástima. Estos pensamientos, muchas veces distorsionados alimentan el miedo al estigma y la sensación de exclusión social.
(21:17) Parte del proceso terapéutico consiste en cuestionar estas creencias, eh evidenciar su carácter distorsionado, eh irracional y favorecer el desarrollo de una visión más realista y equilibrada. El objetivo es abordar el sentimiento de indefensión aprendida, ¿no? Y fomentar patrones de afrontamiento más activos y orientados al logro. El entrenamiento habilidades sociales y asertividad es un componente clave.
(21:45) Esto incluye la práctica de la expresión emocional con personas cercanas. Por ejemplo, aprender a comunicar sentimientos como miedo, vergüenza, la necesidad de apoyo de manera abierta y sincera. Además, el uso de roleplay, a veces traumatizaciones, permite preparar al paciente para afrontar situaciones que le generan ansiedad, como mostrar una cicatriz o o hablar abiertamente sobre la enfermedad en un entorno seguro.
(22:12) Es fundamental también reportar la capacidad para pedir ayuda y establecer alimentos con seguridad, fortaleciendo así la autonomía y la confianza en las relaciones interpersonales. La exposición social debe ser progresiva respetando los tiempos y ritmos de cada persona. Eh, finalmente, es importante recordar que el vínculo con los demás no depende exclusivamente de la imagen física, sino de la autenticidad y la calidad de la comunicación interpersonal.
(22:43) Finalmente, para terminar, indicar que existen talleres especializados en eh población oncológica como los talleres de de oncuimagen, ¿no? Y comparto un código eh QR que permite el acceso a un encuentro virtual sobre cosmética oncológica en partido por la doctora Elena Fernández, médica estética y miembro del grupo de expertos en en medicina estética oncológica.
(23:10) Y finalmente abordar la perspectiva multidisciplinaria, ¿no? La necesidad detrabajar en conjunto desde diferentes disciplinas. Destacar que un enfoque exclusivamente psicológico puede resultar insuficiente si no se integran también intervenciones de otras áreas que afectan directamente la percepción y valoración del cuerpo.
(23:33) Como se puede observar en la imagen, el abordaje del concepto de autoimagen debe ser integral y multidisciplinar, involucrando no solo la psicología, sino también áreas como la medicina, la enfermería, fisioterapia, nutrición, etcétera, ¿no? Cada cada una de estas disciplinas aporta una perspectiva y herramientas específicas que en conjunto permiten intervenir de manera más efectiva sobre los diferentes aspectos que influyen la percepción y valoración del cuerpo, favoreciendo una recuperación más holística y eh adaptativa para la persona.
(24:09) Y finalmente, las conclusiones. Podemos hablar de que el proceso oncológico produce una merma significativa en la autoimagen y la autoestima de los pacientes con cáncer. El impacto psicológico no es solo un efecto colateral, sino una dimensión muy importante del proceso de enfermedad que debe ser tenida en cuenta desde el inicio.
(24:32) Los cambios de la imagen corporal afectan directamente la autovaloración. Las alteraciones físicas derivadas de los tratamientos, ya sean visibles o no, repercuten en cómo la persona se percibe y se relaciona consigo misma y con los demás. Es fundamental eh valorar la autoestima antes del inicio del proceso oncológico. Conocer la base previa sobre la que se construye la respuesta emocional de cada paciente eh permite personalizar la intervención y anticipar posibles vulnerabilidades.
(25:02) La recuperación de de la autoestima no implica necesariamente volver a ser quien sea antes. implica más bien la construcción de una nueva narrativa identitaria que integre las pérdidas y eh resignifique los cambios de forma adaptativa. La participación en grupos de apoyo, intervenciones grupales posee un alto potencial terapéutico.
(25:26) Estos espacios facilitan la validación emocional, el sentido de pertenencia y el aprendizaje de estrategias de afrontamiento compartirs. Me despido. Muchas gracias por haber dedicado vuestro tiempo a visualizar este contenido. Espero que haya resultado útil para reflexionar sobre la importancia del abordaje de la autoimagen en el contexto de de la atención a pacientes con cáncer.
(25:51) Muchas gracias.